Pau Gasol, José Manuel Calderón, Sergio Rodríguez, Rudy Fernández y Marc Gasol no van a ser los únicos españoles en nómina de la NBA esta temporada. En unos días se unirá al elenco ÑBA, si bien no en las pistas sino en lo que se dice “en los despachos”, el hasta hace un par de meses director general del fallecido Akasvayu de ACB.
Antonio Maceiras, quien además de su reciente labor ejecutiva en Girona atesora una enorme experiencia por su anterior etapa en el estómago de un club de grandes dimensiones internacionales como el FC Barcelona, firmará contrato como asesor/consultor de los San Antonio Spurs, una de las franquicias más consolidadas en el baloncesto profesional estadounidense pero con ciertas lagunas en su proyección exterior. Uno de los pasos en falso dados en los últimos años por los texanos fue el de dar por perdido a Luis Scola y traspasarlo a los Rockets, un error de bulto que los máximos dirigentes y los técnicos de los Spurs están dispuestos a no volver a cometer. Maceiras no será para los Spurs lo que llamamos un ojeador, de los que acostumbramos a encontrar en los grandes campeonatos europeos –nacionales o internacionales-, alguno de los cuales está afincado en nuestro país; como por ejemplo Kevin Wilson, actualmente scout en Europa de los New York Knicks, con residencia desde hace muchos años en una localidad a media hora de Barcelona. Circunstancialmente, Macerias podrá asesorar a los Spurs en esta materia –sobre jugadores interesantes-, pero su cometido irá mucho más allá.
El propio Maceiras me ha confirmado su nuevo rumbo profesional en Zaragoza, donde este sábado presenció en directo, a corta distancia de mi ubicación en el Príncipe Felipe, la primera jornada de la Supercopa ACB. Lo que no supo asegurarme a ciencia cierta es si se va a tratar del primer español no jugador de la historia en incorporarse profesionalmente a una franquicia de la NBA. Pero es más que probable que sea así. “Recuerdo que muchos años atrás Jacinto Castillo y Arturo Ortega tuvieron relación profesional con equipos de la NBA –me dijo-, pero creo que no pasó de cuestiones estrictamente deportivas”. Yo también he tratado de forzar mi memoria, y no logro tener computado a nadie más.
En fin, que a Maceiras sólo queda desearle suerte en su apasionante nueva etapa profesional. Es otro éxito de nuestro baloncesto que, además de en nuestros jugadores, la NBA se fije también en nuestros ejecutivos.
Antonio Maceiras, quien además de su reciente labor ejecutiva en Girona atesora una enorme experiencia por su anterior etapa en el estómago de un club de grandes dimensiones internacionales como el FC Barcelona, firmará contrato como asesor/consultor de los San Antonio Spurs, una de las franquicias más consolidadas en el baloncesto profesional estadounidense pero con ciertas lagunas en su proyección exterior. Uno de los pasos en falso dados en los últimos años por los texanos fue el de dar por perdido a Luis Scola y traspasarlo a los Rockets, un error de bulto que los máximos dirigentes y los técnicos de los Spurs están dispuestos a no volver a cometer. Maceiras no será para los Spurs lo que llamamos un ojeador, de los que acostumbramos a encontrar en los grandes campeonatos europeos –nacionales o internacionales-, alguno de los cuales está afincado en nuestro país; como por ejemplo Kevin Wilson, actualmente scout en Europa de los New York Knicks, con residencia desde hace muchos años en una localidad a media hora de Barcelona. Circunstancialmente, Macerias podrá asesorar a los Spurs en esta materia –sobre jugadores interesantes-, pero su cometido irá mucho más allá.
El propio Maceiras me ha confirmado su nuevo rumbo profesional en Zaragoza, donde este sábado presenció en directo, a corta distancia de mi ubicación en el Príncipe Felipe, la primera jornada de la Supercopa ACB. Lo que no supo asegurarme a ciencia cierta es si se va a tratar del primer español no jugador de la historia en incorporarse profesionalmente a una franquicia de la NBA. Pero es más que probable que sea así. “Recuerdo que muchos años atrás Jacinto Castillo y Arturo Ortega tuvieron relación profesional con equipos de la NBA –me dijo-, pero creo que no pasó de cuestiones estrictamente deportivas”. Yo también he tratado de forzar mi memoria, y no logro tener computado a nadie más.
En fin, que a Maceiras sólo queda desearle suerte en su apasionante nueva etapa profesional. Es otro éxito de nuestro baloncesto que, además de en nuestros jugadores, la NBA se fije también en nuestros ejecutivos.
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