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jueves, 7 de agosto de 2008

Pero papá, ¿qué pasó en Los Angeles?

Desde que la Selección 2008 se concentró en San Fernando, hace ya más de un mes, no hemos parado de escuchar referencias a Los Angeles, la ciudad en la que hace nada menos que 24 años se disputó la XXIII edición de los Juegos Olímpicos. A los más jóvenes aficionados de hoy les suena a prehistoria: “Pero papá, ¿qué pasó en Los Angeles?” debe haber preguntado más de uno en las últimas semanas…
1984 no es la prehistoria, pero para los más jóvenes de los que a partir de este domingo van a darse algún que otro madrugón, los que están creciendo al son de la ÑBA, le falta poco. De hecho, cuando la Selección Española conquistó la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de aquel año (que eso es lo que pasó en Los Angeles) aún no habían nacido ni Ricky Rubio, ni Rudy Fernández ni Marc Gasol, tres de los jugadores más emblemáticos de la selección que desde hace unos días vela armas en Pekín con la ilusión de subir al podio el próximo día 24. Y de sus compañeros, sólo a Carlos Jiménez (8 años entonces) y Jorge Garbajosa (7) les suena haber vivido algo. Los demás apenas estaban dando como quien dice sus primeros pasos.
¿Y por qué los más veteranos hemos hablado tanto y tanto de Los Angeles? Por una razón fundamental: porque aquella medalla de plata no fue sólo un éxito deportivo (que lo fue, y el más sonado de la historia del baloncesto español hasta aquel momento) sino mucho más. Tuvo, además, la magia de que quienes nos quedamos en casa lo seguimos por televisión a altas horas de la madrugada. Recuerdo que muchos partidos los vi junto a mis compañeros de entonces en la revista NUEVO BASKET, y que al acabar y regresar a mi casa en Badalona me cruzaba por la calle con conocidos, amigos, gente en general, y estaba clarísimo que veníamos todos de ver el partido de la Selección. Aunque parezca una tontería, también detalles como éste engrandecieron la complicidad general con nuestro equipo y nuestro deporte.
Además, por si fuera poco, la medalla de plata en LA la celebramos como una de oro porque todos éramos conscientes de que a aquella selección de Estados Unidos (dirigida por Bobby Knigth y con futuras estrellas del calibre de Michael Jordan, Pat Ewing, Chris Mullin, Wayman Tisdale o Sam Perkins) era del todo invencible. El periodista español que ha vivido más campeonatos con la Selección, Juan Antonio Casanova, escribió esto en su crónica de la final: ”No ganamos. Era muy difícil porque hemos tenido la mala suerte de llegar a la final, bendita sea, teniendo enfrente a uno de los mejores equipos que la indiscutible primera potencia del baloncesto haya formado jamás. Los americanos abordaron muy mentalizados un partido que no podían perder so pena de provocar cuatro años de duelo nacional”.
A partir de aquel éxito sin precedentes, sólo superado hace dos años con la gran victoria en el Mundial de Japón, el baloncesto saltó a las portadas, nuestros jugadores pasaron a ser reconocidos mediáticamente, incluso por unos meses nuestro deporte estuvo, en cuanto a popularidad, por encima del fútbol. Sí, sí, así fue. Lo bautizamos como el Boom del baloncesto español. Y tuvimos la suerte añadida de que apenas unas semanas después de la medalla olímpica, lo que hoy es la Liga ACB empezó con dos grandes novedades: dos extranjeros por equipo y playoff al título. Dos novedades que hace ahora 24 años significaron una auténtica revolución.
Por todo ello, quienes vivimos Los Angeles 1984 soñamos hace dos años con que Saitama 2006 tuviera un eco similar.
Los héroes de 1984, por cierto, fueron Juan Antonio Corbalán, Nacho Solozábal, José Luis Llorente, Epi, Josep Maria Margall, Juanma López Iturriaga, José Manuel Beirán, Fernando Arcega, Andrés Jiménez, Fernando Martín, Juan Domingo de la Cruz y Fernando Romay. Y Antonio Díaz Miguel, por supuesto, sin cuya figura no se puede entender la historia del baloncesto español.
En fin: que a los más veteranillos les he refrescado un poco la memoria, y a los jóvenes les he tratado de explicar qué pasó en Los Angeles en 1984 y por qué lo recordamos como lo recordamos. Sólo queda desear que a partir de este domingo empiece a pasar algo similar en Pekín.
Y bienvenidos al blog. Espero contar también con vuestra participación.

2 comentarios:

Karlauskas dijo...

Yo vi jugar a España en el 92, la URSS nos habia ganado de 30 o mas en el preolimpico aunque no fue a Los Angeles por culpa del boicot en un partido con el mayor acierto de campo que recuerdo.

De repente nos encontramos con el USA Team, y eso no fue una casualidad, nos barrieron del mapa, la defensa era horrible, parecian poseidos, Epi no marcaba puntos, yo pensaba que Itu era imparable en los contrataques, y el 9 le robo un balon, metio un mate y se le quedo mirando con cara desafiante, ese 9 era Jordan, cuando le vi juro que dije "este tio es una estrella".

Despues ganamos a Yugoslavia, campeona del mundo, de 1 en la semifinal por que eramos muy buenos.

La final contra USA fue un premio.

Esta vez, en cambio, creo que tenemos posibilidades.

Defensa, defensa y mas defensa.

ERNESTO FERNÁNDEZ dijo...

A ver que te parece ésto:
http://ernestosport.blogspot.com/2008/09/supercopa-en-zaragoza.html
y esto:
http://ernestosport.blogspot.com/2008/09/s-base-siempre.html